De Girona a Abaraxka hay 890 km en bici en la particular transpirenaica de Marc, que un 11 de setiembre llegó a Abaraxka montado en una espléndida, reluciente y blanquinegra Orbea, como un afilado caballero sin armadura. Con montura y equipaje básico, para afrontar los 16.868 km de desnivel acumulado que se calzó entre pecho y espalda en cinco días de andadura.
Ana, su pareja, necesitó mucho menos tiempo en llegar al Albergue montada en su coche y acompañada de su negra Megamo, con el nombre en azul celeste y toques en rosa.
Marc tenía unos días de vacaciones, Ana trabajaba, así que el plan era viajar cada cual por su lado (él en bici, ella en coche) y juntarse en Abaraxka y compartir el fin de semana recorriendo juntos algunas rutas circulares.
Marc llegó antes y, por suerte o por «desgracia» ? , entabló conversación con unos buenos amigos bicicleteros con quienes compartíamos charla en aquel momento en nuestra terraza y que acababan de ver cómo llegaba Marc al Albergue (en sus propias palabras, las de nuestros amigos, «fino y lanzado», como si la corta cuesta para llegar a Abaraxka no fuera tal).
El de Girona tuvo la «mala» idea de preguntar por alguna subida «interesante»… y terminó en Azurki, que hay quien llama, aunque exagerando un poco, el «Mortirolo vasco», y que está justo al otro lado del monte Izarraitz, que se eleva frente a Abaraxka.
¡Pero, digamos en su honor, que disfrutó de la experiencia!
Nos gusta la descripción de esta ruta que hemos leído en altimetrias.net, y que, además, añade a Azurki la subida de Endoia, con lo cual aporta otra idea o alternativa por si alguien más se anima: ver este enlace
Ah, Ana y Mark se declararon «sorprendidos y encantados por descubrir Abaraxka». El placer fue nuestro 😉 Da gusto con gente así de maja.